Silla dental RITTER en hierro fundido con pátina y ligero desgaste acorde al uso y la antigüedad. De factura americana con materiales tales como hierro, baquelita y piel.

Todos los ángulos y esquinas de este sillón dental, incluida su base, son redondead
Silla dental RITTER en hierro fundido con pátina y ligero desgaste acorde al uso y la antigüedad. De factura americana con materiales tales como hierro, baquelita y piel.

Todos los ángulos y esquinas de este sillón dental, incluida su base, son redondead

Sillón dentista RITTER | Años 20

  • Referencia: ART002735
  • Año modelo: 1924
  • Estado: Bien Conservada
  • Dimensiones: 70 ancho x 150 profundidad x h 134 cm
  • Color: Negro | Crema | Plateado

Silla dental RITTER en hierro fundido con pátina y ligero desgaste acorde al uso y la antigüedad. De factura americana con materiales tales como hierro, baquelita y piel. Todos los ángulos y esquinas de este sillón dental, incluida su base, son redondeados y carecen de ornamento, muestra del énfasis en obtener un diseño funcional e higiénico standard para los sillones dentales de los años 20. De perfección mecánica absoluta, colocación inmediata y automática en cualquier posición, brazos sin partes salientes, respaldo y cabecera compensados y auto-ajustables; partes metálicas cromadas. Las sillas Ritter fueron las primeras en usar presión hidráulica para subir y bajar al paciente. Estas mejoras facilitaron la odontología: el dentista ya no tuvo que lidiar con tropezarse con las patas de la silla o mover pacientes entre sillas de diferentes alturas durante una cita.

Silla dental RITTER en hierro fundido con pátina y ligero desgaste acorde al uso y la antigüedad. De factura americana con materiales tales como hierro, baquelita y piel. Todos los ángulos y esquinas de este sillón dental, incluida su base, son redondeados y carecen de ornamento, muestra del énfasis en obtener un diseño funcional e higiénico standard para los sillones dentales de los años 20. De perfección mecánica absoluta, colocación inmediata y automática en cualquier posición, brazos sin partes salientes, respaldo y cabecera compensados y auto-ajustables; partes metálicas cromadas. Las sillas Ritter fueron las primeras en usar presión hidráulica para subir y bajar al paciente. Estas mejoras facilitaron la odontología: el dentista ya no tuvo que lidiar con tropezarse con las patas de la silla o mover pacientes entre sillas de diferentes alturas durante una cita.


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